Buenos días!! Hoy día del espectador en los cines dedicamos nuestro post a una banda sonora El último samurái. La música permite que nos sumerjamos en el contextode la cultura japonesa, hoy en día más conocida y respetada,
pero que hacia 1876, año en el cual está ambientada la película, era objeto de
burla por parte de una gran mayoría de individuos occidentales que se creían superiores.
Dedicadle un momentito, vale la pena!!
La música oriental es muy diferente a la
occidental, sus sonidos, sus instrumentos... Escuchamos el “shakuhachi”,
un instrumento de viento que fue utilizado durante muchísimo tiempo en canciones folclóricas
siendo su sonido característico de la música japonesa. Y el “koto” un instrumento de cuerda que nos abre la puerta hacia un ambiente de paz y armonía, sólo posible con
una vida de meditación y entrega a todos y cada uno de los ámbitos de esta.
Al comienzo escuchamos la cuerda, ambos instrumentos interactúan, el "shakuhachi", a oídos occidentales, es como si se
tratase de una especie de pájaro, pero en realidad es una melodía con una
armonía determinada, la cual encaja a la perfección con el “colchón” que le
ofrece la cuerda. Esta, si nos fijamos, ha pasado de una tesitura grave a otra
más aguda…y queda de maravilla. Escuchadlo.
De todo lo que contiene la cultura japonesa, y en
concreto la vida del samurái, yo me quedo con una: mono-no-aware.
“Emoción por las cosas”.
“Esta
emoción hace participar íntimamente al japonés del ritmo sagrado de la
Naturaleza y le predispone hacia una sincera compasión por las cosas bellas y
efímeras, acercándole a los principios del shintoismo más puro. Y aparece aquí
un elemento de primordial importancia en el estudio del singular espíritu del
samurai: el sakura o la flor del cerezo. La delicada flor del cerezo
(Sakura) era el símbolo de la vida del samurai. Esta flor, cuando alcanza su
máxima belleza se desprende al menor soplo de la rama del árbol que le da la
vida. El empleo de la imagen del cerezo para referirse al samurai no es ningún
contrasentido, si se tiene en cuenta que el espíritu de éste no sólo está
educado en la firmeza y el valor, sino también en la cortesía más exquisita,
expresión del mono-no-aware. Los llantos del samurai, muy frecuentes en los
adioses y también en la composición de poesías con las que se despedían de la
vida, podrían sorprender a quienes no conocieran este doble aspecto de su
formación espiritual, que les permitía mantener una calma imperturbable frente
a la muerte al tiempo que mostraba una delicada sensibilidad por las cosas
bellas. El samurai debía ser ante todo humilde y honrado consigo mismo, y
buscar el perfeccionamiento, tanto moral como técnico, pues ambos elementos
eran para el samurai caras de una misma moneda. Por el contrario, la falta de
dominio de las propias emociones, el orgullo desmedido, la falta de discreción,
la ausencia de tacto o sentido común, etc. eran enemigos ocultos que habitaban
en lo más recóndito del samurai y sobre los que tenía que imponerse día y
noche” .
Desde luego que vale la pena, porque solo leyendo el post parece que se escucha la música. Me ha encantado!!!
ResponderEliminarGracias chicas!!! Me alegro de que os haya gustado. A mi es una música que me pone el bello de punta.
ResponderEliminar